Dios te ve
Las primeras horas de la mañana pueden ser dolorosas para mi amiga Alma, una madre soltera con dos hijos. Ella dice: «Cuando todo está en silencio, las preocupaciones salen a luz».
¡Qué gran hallazgo!
Mientras Jennifer buceaba, le llamó la atención una botellita en el fondo de un río. Entonces, recogió lo que describe como «un hallazgo único en la vida». ¡La botella tenía un mensaje escrito por un jovencito en 1926! Pedía que cualquiera que lo descubriera, se lo devolviera. Jennifer usó Facebook para localizar a un agradecido miembro de la familia del hombre, fallecido en 1995. El descubrimiento trajo gozo a Jennifer y a la familia del hombre.
Un bocadillo humilde
La bolsa de papas fritas era pequeña, pero le enseñó una gran lección a una misionera norteamericana. Una noche, mientras trabajaba en República Dominicana, llegó a una reunión de la iglesia y, cuando abrió su bolsa de papas, una mujer que apenas conocía extendió la mano y se sirvió algunas. Otros también lo hicieron.
Huéspedes indeseados
Carlos y Alicia tuvieron una luna de miel maravillosa, pero, cuando volvieron a casa, descubrieron que él tenía un sarpullido extraño. Unos pequeños parásitos se le habían metido en los pies a través de ampollas provocadas por sus chancletas nuevas. Lo que empezó como una vacación de ensueño terminó en una batalla contra «huéspedes» indeseados.
Misericordias itinerantes
Si quisieras recorrer el suroeste de Estados Unidos, podrías empezar por un pueblito llamado Why [Por qué], en Arizona. Si avanzas a campo traviesa, llegarías a Uncertain [Incierto], Texas. Hacia el noreste, puedes descansar en Dismal [Deprimente], Tennessee. Por último, llegarías a Panic [Pánico], Pennsylvania.
Inútil sin amor
Al sacar de la caja las piezas de mi mesa de pedido especial y acomodarlas frente a mí, noté que había algo raro. Estaban la hermosa tapa y otras partes, pero le faltaba una pata. Sin una de las patas, no podría armar la mesa y no serviría para nada.
Toda la casa
Vestido con su mono a rayas, Santiago cruzó el húmedo gimnasio de la cárcel y se metió en la piscina portátil donde el capellán de la prisión lo bautizó. Pero su gozo se multiplicó cuando se enteró de que su hija, también reclusa, se había bautizado el mismo día… ¡en la misma agua! Cuando se dieron cuenta de lo que había sucedido, incluso el personal se emocionó.
Los músculos de la fe
Durante una visita al zoológico, me detuve a descansar cerca de la guarida del perezoso. La criatura estaba colgada cabeza abajo. Parecía contenta así, completamente quieta. Suspiré. Debido a mis problemas de salud, me costaba quedarme quieta y anhelaba avanzar, hacer algo… Pero, mientras miraba el perezoso, observé cómo estiraba un brazo, tomaba una rama cercana y se detenía otra vez. Estar quieto requería de fuerza. Si quería contentarme con moverme despacio o quedarme quieta, necesitaba más que unos músculos fuertes. Para confiarle a Dios cada momento de mi vida, necesitaba un poder sobrenatural.
¿Quién es Jesús?
¿Quién cree la gente que es Jesús? Algunos dicen que era un buen maestro, pero tan solo un hombre. C. S. Lewis escribió: «O este hombre era, y es, el Hijo de Dios, o de lo contrario, era un loco o algo peor. Puedes hacerlo callar como a un necio, puedes escupirlo y llamarlo un demonio, o puedes caer a sus pies y llamarlo Señor y Dios. Pero no nos inventemos alguna tontería arrogante y digamos que fue un excelente maestro humano». Estas conocidas palabras de Mero cristianismo proponen que Jesús no habría sido un gran profeta si hubiera afirmado falsamente que era Dios. Esa sería la mayor herejía.
Un espíritu enseñable
Tristemente, se ha vuelto «normal» atacar no solo las opiniones de los demás sino también a la persona que las expresa. Esto también sucede en los círculos académicos. Por eso, quedé atónito cuando el teólogo Richard B. Hays escribió un artículo en el cual criticaba fuertemente una obra que él mismo había escrito años atrás. Así, demostró una gran humildad de corazón al corregir su propia forma de pensar en el pasado.